Todo cambia aunque yo me paralice
el mundo de afuera y el mundo de adentro
independientes de mis deseos
están en movimiento.
Aquel amante tuyo tenía razón
para ti las personas son accidentes:
de pronto te suceden.
A lo mejor era tu cuerpo
lo que me unía a ti
y no algo más abstracto.
A lo mejor imaginé todo lo demás.
Yo no le pedí nunca nada a ninguno
Pero todos tienden sus manos para ensuciar la blancura que les deslumbra.
No era tu cuerpo vacío lo que quería de ti.
Tu cuerpo,
sin amor,
no es ni más hermoso ni más sabio
que cualquier otro cuerpo.
Inmovil
abandonado a tu pesadez
de hombre inmóvil.
No merezco recibir agresiones ajenas
retrasadas y caducas.
No proyectes sobre mí
los espectros de tu niñez
tengo forma, color y dimensiones propias.
(...)puedo enseñarte a caminar sonriente
sobre la desolación.
Citas de Miriam Reyes (Espejo Negro/Bella Durmiente).
lunes, 4 de junio de 2007
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