Los rasgos morfológicos de las plantas influyen considerablemente en la microdistribución de la precipitación.
No son raras las adaptaciones de algunas formas vegetales de lugares secos con un desarrollo morfológico de las estructuras que les permite atrapar el agua de lluvia y canalizarla hacia su sistema radicular.
Las hojas de algunas plantas, como el aloe vera, aseguran que el agua que caiga sobre sus hojas se desvíe hacia el eje o el interior de la planta.
En las regiones áridas, este fenómeno ejerce especialmente influencia en la capacidad de las plantas para sobrevivir.
(Analogías. Arquitectura vegetal.Bahamón, etc)
sábado, 28 de marzo de 2009
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