llenan mi cabeza,
de tiempo.
Ese tiempo que era nuestro,
ahora se diluye.
Dame instrucciones
para desaparecer
y dejará de sonarte el teléfono.
Dame instrucciones
para amar a tu tiempo,
borrar mi enamorada voluntad,
y sonreír
como si no importaran
ni mi mundo ni lágrimas,
como si esperar fuera algo bonito
no un manejo de ilusiones.
Dame instrucciones
para seguirte
y no quedarme atrás.
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