lunes, 13 de abril de 2009
Revolución climatológica
Me estoy dejando esterilizar,
asépticamente.
Decido no ser madre
de tanto peso de hija.
Venimos para eso,
dividimos células sin parar
mientras mueren las neuronas
que nos piensan,
que cruzan lo que pensamos
unos de otros.
Si no soy útil
gano mi desaparición.
Estoy llorando al sol,
que no me digan que es el clima.
La lluvia la traigo yo.
Es absurda.
Tengo todo y decido llorar,
porque mi cuerpo no reconoce
sus pertenencias materiales.
Está harto de ilusionar y dirigirse,
de controlar y limitarse.
Harto de amar,
de pensar frente a papeles,
de humanas burocracias.
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