El frío ha llegado a los muros.
El hielo avanza.
Me preocupa.
Lo humano que hay en mí me desaloja
y queda el calabozo al descubierto.
Donde el castigo,
donde mi alma
encontró la culpa reconfortante.
Lo han contado mis heridas
al escapar.
Han hablado de las ramas que apartaron
en la carrera por los bosques circundantes.
Dicen que hay más árboles en mi cráneo
que en la cárcel que dejo dentro.
El hielo avanza.
Me preocupa.
Lo humano que hay en mí me desaloja
y queda el calabozo al descubierto.
Donde el castigo,
donde mi alma
encontró la culpa reconfortante.
Lo han contado mis heridas
al escapar.
Han hablado de las ramas que apartaron
en la carrera por los bosques circundantes.
Dicen que hay más árboles en mi cráneo
que en la cárcel que dejo dentro.