¿Se comen las hormigas a sus hermanas muertas?
¿Les llevará la evolución a inventar pistolas para empezarlo?
¿Usarán la poesía para narrar hazañas épicas?
O seguirán en fila como nosotros,
acatando su lugar
aparentemente detrás,
aparentemente delante,
en un afán de búsqueda del mismo alimento.
Mover una migaja como un sofá
y mudarse una y otra vez
por miedo al exterminio.
Ser hormiga hoy.
Levantarse,
romper el trayecto,
encontrar el pie que pisa
y morderlo tantas veces
que el dolor lo paralice.
O quedarse.
Seguir en la línea,
habitar el agujero.
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