La autoridad demente de lo rápido.
Abrir latas,
tragar sin masticar.
Estamos perdiendo colmillos.
Comerse entre nosotros
no es asunto de la carne.
Digerimos el alma derrotada
de los que van despacio,
el alma derrotada
en un trono aislado.
Estamos mirando cuadros
para decir que hemos estado,
haciendo fotos
para decir que hemos mirado.
La vista en el agujero,
el paisaje desde un balcón a medianoche.
Veintidós mujeres
sincronizan relojes y espíritu,
saltan
a la de tres.
Una vuela,
doce caen,
el resto son tocadas ordenadamente.
Pigmentos de alas frágiles
pintarán casas grises sin ventilar,
empañarán cristales inertes.
Un hombre, en un piso bajo,
mira el mundo pasar en las redes de contactos.
Fuera del teclado,
las bocinas gritan.
jueves, 21 de abril de 2011
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2 comentarios:
¡Joder, sí!
¡Qué bueno!
(perdona la efusividad, es que estas cosas me hacen feliz)
"la autoridad demente de lo rápido" aggg, eso tenía que haberlo escrito yo ;)
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