No tengo calles para caminos.
No tengo frases que empiecen sin derrota.
No tengo lugar porque soy nada sin el todo.
El todo de los hombres entre los hombres.
Fuerza humana acorazada,
fuerza incrédula.
Quiero que ahora sí
se dé la unión desarraigada.
Nos han quitado tanto de lo que no tenemos
que perder se ha borrado.
La tecla de perder se ha borrado de tocarla.
Andarán escondidos quienes creyeron
que engañar el ánimo podía democratizarse.
Pero les encontraremos.
Les encontraremos en los pasillos de ida y vuelta,
en las pancartas tras sus propias imágenes.
Aplastaremos su tránsito con motivos.
Es urgente hacer.
No perder minuto en destrozarlos.
Simplemente escribir encima
la verdad visible sobre el exceso de blanco.
miércoles, 18 de mayo de 2011
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