Foto: Cable Azul
sábado, 30 de julio de 2011
jueves, 28 de julio de 2011
Así será, así seremos
A mi impulso individual
le digo que se calle
y le lleno la boca de plurales.
Soy más yo contigo
y tú eres más tú.
No por grandes, ni públicos,
no por lo que otros ven,
ni por amaneceres
que decoran cielos urbanos
y ventanas de doble fondo.
Puede ser que aún
no se escuche vibrar tras mi voz
el común nombre para nosotros,
pero es por el color
del cuadro que preparo.
Estoy clavando madera y lienzo,
tarea lenta que desplaza
las manillas de todos los relojes internos;
los que dicen si hambre,
si hacer, si sueño.
Te digo que nos construyen más
los silencios que los gritos.
No hay prisa en decir,
porque mi tiempo es ya nuestro,
y no se gasta, nos reconstruye.
le digo que se calle
y le lleno la boca de plurales.
Soy más yo contigo
y tú eres más tú.
No por grandes, ni públicos,
no por lo que otros ven,
ni por amaneceres
que decoran cielos urbanos
y ventanas de doble fondo.
Puede ser que aún
no se escuche vibrar tras mi voz
el común nombre para nosotros,
pero es por el color
del cuadro que preparo.
Estoy clavando madera y lienzo,
tarea lenta que desplaza
las manillas de todos los relojes internos;
los que dicen si hambre,
si hacer, si sueño.
Te digo que nos construyen más
los silencios que los gritos.
No hay prisa en decir,
porque mi tiempo es ya nuestro,
y no se gasta, nos reconstruye.
viernes, 22 de julio de 2011
La mujer verbo (P.Cortina)
Caes como la cosa esa blanca que cae en copos
que no es avena,
como la cosa esa fría que se derrite
sobre la piel. Caes como
la cosa esa blanca que resbala
y hay que llevar cadenas para no resbalar
por ella.
Esa cosa blanca tan navideña.
pero que tampoco es la oblea del turrón.
Yo, que vengo de la lluvia que derrite,
que de niño fui llevado por la tarde,
para que la viera, como los salvajes;
yo que la recuerdo como un cuento,
como un sueño, una fecha,
como unas vacaciones a mitad de curso
llenas de regalos de otra época,
como el CineExín, como el Scaléxtric;
vivo ahora en la ciudad en la que cae la cosa esa
cada invierno
pillando aun así desprevenido a todo el mundo.
Porque cae así, como caes tú,
copo más copo, sumando Navidad calladamente
hasta que ya resbala, hasta que ya es tarde
aunque es verano, pero aunque fuera primavera
u otoño, pero aunque fuera invierno
y nadie mirara al cielo interrogándose
-de dónde sale ahora esto-.
Y me estás llenando de infancia la rutina
y de luz de navidad los parpadeos
sin que ya sepa decir cuándo empezaste,
porque llevo ya en Madrid mis tres veranos
y me encanta, pero hasta éste no supe bien por qué.
Ha cuajado. Y me encanta Madrid
porque Nieva.
jueves, 21 de julio de 2011
Lugar tus dedos
Los dedos largos sufren
el contorno de lo que tocas.
Has tocado el mar lluvioso
en el horizonte de la línea más alta
que aprendí en los viejos mapas de la clase
donde se abrieron los ojos de mi infancia.
Los ojos que te miran cada día
recuperando brillos de luciérnaga diurna.
Has tocado manos más o menos sinceras,
esquivas de lo auténtico
que elige permanecer entre dos pieles temperadas.
Has tocado cuerdas para salvar locura
y entender aquella que escribieron músicos.
Has tocado lana verde,
prolongada la ternura
en las raíces de los árboles que nos enseñan a crecer.
En estos dedos, en estas manos
se asienta el brote de lo que está ocurriendo,
atravesando grietas y calles.
Yo, que sé sus nombres,
pasatiempo de verano,
nos llevaré por laberintos sin lugar.
El lugar es ese hueco de aire que articula el movimiento.
el contorno de lo que tocas.
Has tocado el mar lluvioso
en el horizonte de la línea más alta
que aprendí en los viejos mapas de la clase
donde se abrieron los ojos de mi infancia.
Los ojos que te miran cada día
recuperando brillos de luciérnaga diurna.
Has tocado manos más o menos sinceras,
esquivas de lo auténtico
que elige permanecer entre dos pieles temperadas.
Has tocado cuerdas para salvar locura
y entender aquella que escribieron músicos.
Has tocado lana verde,
prolongada la ternura
en las raíces de los árboles que nos enseñan a crecer.
En estos dedos, en estas manos
se asienta el brote de lo que está ocurriendo,
atravesando grietas y calles.
Yo, que sé sus nombres,
pasatiempo de verano,
nos llevaré por laberintos sin lugar.
El lugar es ese hueco de aire que articula el movimiento.
Ternura y lucha
Recórtame el ego.
Recórtame la carne en el espejo.
Acércate tijera en mano, pared lisa,
enfunda en ella los defectos y manchas permanentes.
Haz salir tanto tú de tu ombligo,
tubo inicio de ansia humana.
Ocurre que diez madres separan cada vómito
cortando lazos con los dientes.
Pataleo y hombres de tres kilos
preparando placenta y pies para la lucha.
En simultáneo,
los de afuera decoran estucado gominola,
carrito gotelé, perejil y sonajero.
Retrae animal uñas y hambre
para tragar tetas, blanco y tetas.
Tabla rasa donde escribe
mi yo, en mí, lo mío.
Soledad azul del paritorio.
Soledad cetrina en las edades,
pulsera plástico de los nombres
que deletrean familias analfabetas.
Recórtame la carne en el espejo.
Acércate tijera en mano, pared lisa,
enfunda en ella los defectos y manchas permanentes.
Haz salir tanto tú de tu ombligo,
tubo inicio de ansia humana.
Ocurre que diez madres separan cada vómito
cortando lazos con los dientes.
Pataleo y hombres de tres kilos
preparando placenta y pies para la lucha.
En simultáneo,
los de afuera decoran estucado gominola,
carrito gotelé, perejil y sonajero.
Retrae animal uñas y hambre
para tragar tetas, blanco y tetas.
Tabla rasa donde escribe
mi yo, en mí, lo mío.
Soledad azul del paritorio.
Soledad cetrina en las edades,
pulsera plástico de los nombres
que deletrean familias analfabetas.
martes, 19 de julio de 2011
Hoy a las 22h en Diablos Azules o en tu casa
Se buscan Poet@s.
Diablos Azules.
Mini-recital: Todo el año Nieva (cosa mía y de lo escrito).
Seguido de jam session de poesía- Todo poeta está invitado a salir y recitar-.
Lugar céntrico. Oasis libre de modernillos, o casi.
C/Apodaca 6. Metro Bilbao o Tribunal.
Maravillas de la tecnología que impresionan a las como yo de pueblo:
se puede ver en directo por interné en www.lahojaenblanco.es
Hora: 21.45 ó 22h
lunes, 11 de julio de 2011
...
Estoy tan cerca
que casi atrapo al superhéroe
en su veloz aproximación al otro que de lejos huye.
Estoy tan cerca
que mis huidas no se enteran
del grito de salida de la carrera.
Estoy tan cerca
que deshago los poemas serios,
los lleno de locura y no me importa,
no me importan los pelos de punta,
dentadura en la mesilla,
ruidos en el baño.
Sólo entiendo de escaleras,
almohadas y dormir
donde digas que me toca,
cama reversible.
Mirarte revolver mis sopas,
todo lo sin sal
que ya no es lágrima ni bosque,
sólo piel y besos,
decirte y besos.
No quiero otro ruido
que el pájaro que los hace música,
vibrar oceánico del crujir de nuestro único cuerpo.
que casi atrapo al superhéroe
en su veloz aproximación al otro que de lejos huye.
Estoy tan cerca
que mis huidas no se enteran
del grito de salida de la carrera.
Estoy tan cerca
que deshago los poemas serios,
los lleno de locura y no me importa,
no me importan los pelos de punta,
dentadura en la mesilla,
ruidos en el baño.
Sólo entiendo de escaleras,
almohadas y dormir
donde digas que me toca,
cama reversible.
Mirarte revolver mis sopas,
todo lo sin sal
que ya no es lágrima ni bosque,
sólo piel y besos,
decirte y besos.
No quiero otro ruido
que el pájaro que los hace música,
vibrar oceánico del crujir de nuestro único cuerpo.
viernes, 8 de julio de 2011
Pablo y las manzanas
Sin tiempo y sin manzanas,
desnuda en el frío que no sé medir,
rechazo toda escala, peso y longitud
que delimite el futuro intersecto de nuestros cuerpos;
la frontera inseparable,
pies cubiertos,
manos cubiertas
por tu piel de exactas paralelas dimensiones.
He visto la verdad en tus ojos y caderas,
la verdad en el hilo que teje
la bufanda cálida e intemporal que nos arropa.
No imagino despertares sin tu abrazo enredadera.
No imagino el volver opaco
a los días sin humor y fuerza rítmica.
Eres la música de mi sordera,
la paz de chocolate,
el verano y las manzanas.
Fruta azucarada,
guirnalda mostaza entre los árboles que rebosan casas,
hogares brasero enamorado,
en el que habitan todos mis bosques del deseo y la conciencia.
desnuda en el frío que no sé medir,
rechazo toda escala, peso y longitud
que delimite el futuro intersecto de nuestros cuerpos;
la frontera inseparable,
pies cubiertos,
manos cubiertas
por tu piel de exactas paralelas dimensiones.
He visto la verdad en tus ojos y caderas,
la verdad en el hilo que teje
la bufanda cálida e intemporal que nos arropa.
No imagino despertares sin tu abrazo enredadera.
No imagino el volver opaco
a los días sin humor y fuerza rítmica.
Eres la música de mi sordera,
la paz de chocolate,
el verano y las manzanas.
Fruta azucarada,
guirnalda mostaza entre los árboles que rebosan casas,
hogares brasero enamorado,
en el que habitan todos mis bosques del deseo y la conciencia.
lunes, 4 de julio de 2011
La absurda heroína
Soy la absurda heroína de mi drama cotidiano,
la bandera en el Everest y perder todos los dedos.
Sé salvar el triste bucle,
desarraigar el ancla del pez muerto,
cazado por cebo de mosca y vida de un sólo día.
Soy la socorrista de mi derrota.
La mano tendida tira el cuchillo de lágrima,
metal sin afilar, cuerno cortado,
torero bailarín de traje ridículo
y arena en las manoletinas.
Yo, la que se rinde en el duelo de espejos,
tira el revólver, pisa la hormiga.
Música de fondo.
Me suicido cada día y me resucito con palabras,
las mismas que me aniquilan el ánimo.
Yo me distraigo y me obligo a existir,
me obligo a seguir al borde de la cornisa frágil
que construye el pensamiento.
Soy la arena de mi propio fango,
la mano que me empuja al precipicio de un sólo escalón.
Y qué alto, qué alto parece el mundo
caracol de pasos rápidos,
hámster en su rueda,
y pista laberíntica de rata blanca.
Soy el punto de usted está aquí y Dios en todas partes.
Soy el punto de ninguna parte y Dios en todas partes.
No sé de días o entretiempo
Mercurio es mi sangre cálida,
el termómetro de verano,
la antipatía que reflejo en las miradas,
frío buscar de otros fríos.
No sé de días o entretiempo.
Paseo las chaquetas,
discuto con madres, guantes y bufanda.
Llevo enrollado el aire inútil en los abrazos recibidos,
el aire espeso de mis actos inocentes.
Mercurio es un sube y baja de ilusiones,
despertar metálico numérico,
agua y plata insoluble,
líquido inodoro que conduce eléctrico.
Comer espejos y lámparas,
creer que cura comer espejos y muelas.
Explosión vaporizada que conduce eléctrico,
el dolor que ha sido y queda congelado
bajo todos los ceros que han restado fuerza
a mi hacer, a mi sonrisa.
Mercurio es la medida innecesaria
que le dice a la piel de calor o frío,
que le dice a la piel su sentir hoy.
Las mañanas no tragan plata.
Las mañanas reclaman autonomía y decisión de biblioteca;
las tardes merienda y gominola,
y las noches tu estar,
brisa infatigable de la media sonrisa que me completa.
sábado, 2 de julio de 2011
viernes, 1 de julio de 2011
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