Recórtame el ego.
Recórtame la carne en el espejo.
Acércate tijera en mano, pared lisa,
enfunda en ella los defectos y manchas permanentes.
Haz salir tanto tú de tu ombligo,
tubo inicio de ansia humana.
Ocurre que diez madres separan cada vómito
cortando lazos con los dientes.
Pataleo y hombres de tres kilos
preparando placenta y pies para la lucha.
En simultáneo,
los de afuera decoran estucado gominola,
carrito gotelé, perejil y sonajero.
Retrae animal uñas y hambre
para tragar tetas, blanco y tetas.
Tabla rasa donde escribe
mi yo, en mí, lo mío.
Soledad azul del paritorio.
Soledad cetrina en las edades,
pulsera plástico de los nombres
que deletrean familias analfabetas.
jueves, 21 de julio de 2011
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