miércoles, 1 de abril de 2009

No es lo mismo dormir, que estar perdida

Donde acaba mi piel
empieza el aire.
No hay una línea
como en los dibujos,
hay un hueco inabarcable.
Mi alma se sitúa,
día a día,
en ese concreto espacio,
que ni mía es,
ni del mundo.
Se pone a berrear,
como perra.
Yo la escucho,
tratando de calmarla
en un regazo de tetas enormes,
y se ahoga,
pero se queda allí,
víctima dormida,
como si estuviera.

No hay comentarios: