miércoles, 4 de abril de 2012

Inventar la rueda

Hay que comer.

Comerse el aire comprimido,
comerse el cuerpo
sin parar en soledades.

Comerse un niño.

Volver a entender cómo funcionan los dientes,
inventar la rueda,
tirarnos por barrancos,
que se nos pegue la hierba.

Volver a entender cómo funcionan los estómagos,
fijar el precio a la salida,
que las noticias y la sangre nos sorprendan.

Recordar cómo digiere el alma
tanto dolor mordido.

Las lágrimas tienen muchos tamaños
y no hay tanta sequía en los desiertos,
la tierra no dibuja grietas,
el calor no nos pudre las heridas.

Aún podemos mojar la historia.

martes, 3 de abril de 2012

El impacto del suelo

Allí
donde se acaba el contador de las baterías
donde las pilas contaminan bosques
donde los bosques
golpean ventanas y dejan caer pájaros.

Allí
se guarda
la rabia de los hombres.

Y mientras,
los sofás repletos,
los bares repletos,
las tiendas repletas,
de existencias dobladas y apiladas.

Los tejidos pueden ser distintos
los telares haber desaparecido.
- nos tejen agujas desconocidas
y no creemos a los bancos y a sus iglesias -.

Pero el hombre,
único,
fornido en su ostentación de inteligencia
frente a otros animales,
se acomoda y pierde lo salvaje.

Se acomoda y pierde
el ángulo para observar el mundo.

Solo los que no son niños
están mirando crecer las piedras y las plantas.