jueves, 22 de septiembre de 2011

Hormiguero



Nada me inspira si no lo toco,
ni la mueca de escucha del público ególatra,
ni los poetas de lata y cigarrillo.
Porque busco realidad,
al hombre generoso, que vive y nos transporta.
Busco la lágrima estilográfica,
la mancha de goma,
el árbol escrito que cobija pájaros
y a un señor de gabardina,
vestido por dentro de verdad.
Un cuerpo en su silencio,
que observa, desnudo,
tras lo que enseña.
Retira el hilo de su visillo.

4 comentarios:

Volianihil dijo...

Profundidad, radicalidad. Me encanta.

Pez Susurro dijo...

suerte...

Anónimo dijo...

Me estaba preguntando si era un señor de gabardina vestido verdaderamente (con ropa), o vestido de verdad (vestido con la verdad). En cualquier caso es precioso. Besos.

Helenaconh dijo...

hay hombres que lo tienen todo por fuera y por dentro están huecos; me gusta lo del señor de gabardina