Donde empieza el dolor no es un órgano.
Lo crean las palabras. 
El grito surge en la cabeza. 
El corazón lo impulsa , 
el temblor lo propaga. 
El grito precede al cuerpo. 
Será tan solo una imagen, el dolor. 
La poesía nos ha inventado.
Ha creado unos ojos que refieren a mirada, 
un cuerpo que da sentido a cuerpo,
y al hombre para significar hombre. 
Lo real empieza en la palabra. 
Un poema  traducido al grito, a la angustia, a la tristeza, 
su lectura hará la espera, 
la soledad
llenándose del tiempo que las nombra.  
Los poemas harán el sueño y el insomnio,
llenarán los cuerpos de lo abstracto, la verdad y la mentira. 
Mientras, yo, 
que existo para dar sentido a las palabras, 
que soy solo una imagen de lo arbitrario de su signo
entiendo hoy que ellas fueron antes
y declaro que la poesía ocurre
e inventa a los poetas. 
 
 
 

1 comentario:
Joder, niña!
ya voy volviendo, y esto, aquí. Toda la verdad atada a tus palabras.
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